Lavamos las sábanas semanalmente, cambiamos los textiles y renovamos nuestra ropa de cama casi después de cada temporada. Sin embargo, ¿quién se acuerda de lavar las almohadas? Debajo de la tela que las cubre, tenemos nuestra cálida y confortable almohada, cuna de bacterias y acumulación de pieles muertas que, si no lavamos a menudo, puede convertirse en un centro bacteriano bastante desagradable donde 'descansar'.
Las almohadas tienden de descolorarse, ponerse amarillas e incluso a oler mal (sobre todo después del verano) donde tendemos a sudar más por las noches. Pero lejos de lo complicado que pueda parecer, existe una forma sencilla de hacer que luzcan como nuevas con un ingrediente que todos tenemos en la cocina.
Carrie Higgins, autora del libro Organization Hacks y fundadora de la web de limpieza, Making Lemonade, ha compartido cómo lavar las almohadas fácilmente, ya que son un foco de bacterias e incluso moho.
Ella dijo: “No entraré en demasiados detalles, pero no hace falta decir que las almohadas son focos de basura que se acumulan en las seis a ocho horas que pasas en ellas cada noche". Afirmación suficiente para darnos cuenta de la importancia de lavar estos soportes de cuerpo.
Cómo lavar las almohadas sin químicos agresivos
No es necesario utilizar lejía ni productos químicos agresivos que dañen la composición y estructura de nuestra almohada. Además, tampoco es necesario gastar un pastizal en una tintorería o acudir a un especialista para eliminar esos restos de bacterias y suciedad de nuestras almohadas. Carrie lo tiene claro y reafirma que solo necesitamos para ello un producto que todos tenemos en la cocina: vinagre blanco.
Puede parecer extraño o asombroso, pero el vinagre blanco es un limpiador natural muy eficaz debido a su gran acidez, ya que puede descomponer manchas orgánicas como sudor, aceites u otros residuos que pueden acumularse en las almohadas.
Además, el vinagre no solo elimina las manchas, sino que también es antibacteriano y desodorante, por lo que también eliminará bacterias y olores fuertes en la tela que puede generar su uso diario y la mezcla de sudor con las pieles y poros de la piel.
Carrie dijo: “A pesar de lo sucias y babosas que estaban mis almohadas, no necesité pasar NINGUNA de ellas una segunda vez, el vinagre… ¡funcionó como magia!”
Para hacerlo, bastará con colocar las almohadas en la lavadora (de una en una o de dos en dos dependiendo de sus dimensiones), pero no más. Después, añade 250 ml de vinagre blanco al cajón del suavizante de telas de tu lavadora y luego agrega el detergente que utilices habitualmente.
Con la temperatura de agua más caliente sugerida en la etiqueta de la almohada, programa el programa de lavado en la lavadora y ejecuta un ciclo de lavado suave con un centrifugado bastante alto para eliminar el exceso de humedad interior y evitar la focalización de bacterias.
Una vez lavadas, tus almohadas deberían lucir “limpias, blancas y sin manchas”, pero si aún quedan manchas difíciles, intenta lavarlas una segunda vez siguiendo exactamente el mismo procedimiento.
Por último, antes de volver a utilizarlas, asegúrate de que las almohadas están completamente secas para evitar así la producción de moho y malos olores dentro de la cama.
Fotografías | Making Limonade
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