A medida que se acerca el invierno, la temperatura exterior baja, la de nuestra calefacción sube y las gotas de agua en las ventanas cada mañana se convierten en una realidad común y desagradable.
Con la diferencia de temperatura entre interior y exterior, la humedad que contiene el aire se condensa y pasa de vapor a líquido dejándose ver en gotas formadas sobre el cristal.
Además de lo molesto en si, el agua puede dañar los marcos que rodean las ventanas, por eso tal vez os interese este truco de pocos segundos que nos puede ayudar a mantener los vidrios sin gotas.
El secreto: cortinas y persianas
Las persianas y cortinas cerradas son buenos aislantes, pero al mismo tiempo evitan que el cristal de la ventana se caliente equilibrando su temperatura con la del interior de la casa y, cuanto más frío está el vidrio, más fácilmente se produce la condensación.
Algunos usuarios han notado que tienen más condensación en casa desde que usan cortinas térmicas, que son las que aislan mejor. En ese sentido, lo recomendado es invertir unos segundos en mover las cortinas para dejarlas abiertas durante la noche.
Si nuestras cortinas son más finas el efecto será menor y también hay menos condensación en las ventanas con doble vidrio, ya que la capa de aire intercalada entre ambos cristales es un aislante muy efectivo.
Otras formas de evitar la condensación
Si dejar las persianas o cortinas abiertas durante la noche no es algo que contempléis como opción, podéis valorar otras alternativas que os pueden ayudar también a reducir la condensación, aunque algunas de ellas son más costosas que abrir persianas y cortinas.
- Alejar las plantas y otras fuentes de humedad de la ventana.
- Encender un deshumidificador.
- Utilizar ventiladores de baño y cocina al cocinar o al ducharse.
- Abrir las ventanas para ventilar durante el día.
- Secar la ropa siempre en exterior.
- Añadir burletes para contener el aire caliente.
Fotos | FotoRieth en Pixabay y rbysterbosch en Pixabay
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