Aunque parece darnos una tregua esta última semana, el calor sigue muy presente en la mayor parte del país. Tanto, que la mayoría de ventiladores de techo y aires acondicionados echan fuego dentro de las casas con un uso continuado incluso cuando nos vamos a dormir. Es aquí cuando el ventilador en cualquiera de sus formatos toma las riendas para evitar los posibles peligros y daños para la salud que puede suponer dormir con un aire acondicionado sobre el pecho.
Sin embargo, un uso sin cesar de nuestro amigo el ventilador también supone riesgos y consecuencias que hemos de tener en cuenta, así como un gasto económico si dormimos con él encendido durante toda la noche.
Cuánto cuesta dormir con el ventilador encendido
El gasto de tu ventilador siempre va a variar en función a la gama del mismo, así como la potencia e intensidad de uso. Pero para hacernos una idea, vamos a partir de un modelo de gama media con un consumo eléctrico que ronda los 40-70 vatios como máximo a pleno rendimiento, por ejemplo. Es decir, una media de uno 50 vatios/hora de consumo. Además, vamos a considerar que el ventilador está funcionando unas 10 horas cada noche, es decir, desde las 22:00 horas hasta las 8:00 de la mañana.
Pues bien, , para empezar, lo primero que tenemos que hacer es averiguar el coste por cada KWh de la electricidad que vamos a consumir, cifra que varia cada hora del día y que dependerá de cada compañía eléctrica, pero que podemos promediar con los datos de las últimas semanas y atendiendo a lo marcado en la página web de la Red Eléctrica Española y en la web de la CNMC.
Para obtener este valor, consultamos las gráficas y tomamos el valor medio en el horario señalado. Así, tenemos un calor aproximado de unos 0,14 €/kWh.
Teniendo en cuenta todo esto, nuestro ventilador de 50 vatios estará encendido cada día 10 horas, lo que son un total de 0,5 kWh al día, con un gasto de 0,14€/kWh. Esto supone unos 0,07 euros diarios. Si multiplicamos por 31 días hallamos el importe para el total del mes que asciende a unos 2,17 euros más impuestos. Por supuesto, estos resultados serán siempre valores aproximados y variables.
Precauciones a tener en cuenta para no dañar la salud
Pero como siempre, no es oro todo lo que reluce. Y al igual que puede suponer gratificante tener aire fresquito durante toda la noche, también puede dañar nuestra salud provocando un resecamiento de la piel y de la fosas nasales, así como congestión, dolor de cabeza, irritación en los ojos o sequedad de garganta. También levanta y agita las partículas de polvo y gérmenes, algo que no beneficia a los alérgicos, agravando patologías como la bronquitis o la sinusitis.
Por ello, para poder dormir tranquilamente con el ventilador sin riesgo alguno solo hay que seguir una serie de precauciones:
- Evitar una corriente continuada en la misma dirección. Es decir, poner siempre el ventilador en modo oscilación y no en un punto fijo.
- Programar el ventilador para que se encienda y se apague cada cierto tiempo con un temporizador siempre y cuando el dispositivo tenga esa opción.
- Utilizar el modo silencioso, no solo para dormir mejor y más tranquilos, sino porque esta opción hará que las aspas del ventilador giren con una menor intensidad, generando una corriente de aire más suave y agradable.
Imágenes | Unsplash
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