Dominando la ría de Bilbao, y con el Museo Guggenheim como vecino de excepción, se levanta el que es la torre más alta de la capital vizcaína, pero también de todo el País Vasco, e incluso de la costa cantábrica: la Torre Iberdrola.
Su construcción comenzó un 19 de marzo de 2007, siendo inaugurada el 1 de febrero de 2012. Y fue el último gran hito en el proceso de transformación de la ciudad de Bilbao.
Situada entre el puente de Deusto, la Plaza Euskadi, la Calle Ramón Rubial y los jardines de la Campa de los ingleses, esta torre se ha convertido desde su inauguración en en el epicentro del nuevo centro financiero de la capital.
Cómo es la Torre Iberdrola
Con 165 metros de altura y 41 plantas, la Torre Iberdrola domina los cielos de Bilbao. El edificio lleva la firma del prestigioso arquitecto Cesar Pelli, y tiene un diseño en forma de triángulo isósceles con las puntas ligeramente curvadas. Esa forma recuerda a un gran obelisco de cristal.
Además de ser el edificio más alto de Bilbao, esta construcción es el más grande de todos los rascacielos de España si hablamos de superficie, ya que tiene más de 50.000 metros cuadrados, según se señala en la web de Bilbao Turismo.
Su fachada equivale a 20.000 metros cuadrados de piel transparente, y está recubierta por 4.800 unidades de un cristal diseñado en exclusiva para la Torre. En el interior, el visitante se encuentra con un gran vestíbulo de 2..800 metros cuadrados que alcanzar una altura de 10 metros en su punto más alto.
Este espacio se ha convertido en una galería de arte con obras de autores vascos como Jesús María Lazkano, Cristina Iglesias y Darío Urzay. En la primera planta hay una amplia zona de restauración capaz de dar servicio a más de 600 comensales.
Para comunicar las plantas y facilitar el desplazamiento vertical de empleados y visitantes, hay un total de 22 ascensores. Además, la torre cuenta con 485 placas de aparcamiento, y con un helipuerto en su azotea para vuelos de emergencia.
Fotografías | Guggenheim Bilbao, Torre Iberdrola
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