La felicidad es algo efímero... Tal cual, llega, se va. Ese estado de ánimo cuesta de mantener. Porque primero, hay que detectar qué nos hace felices, luego, alcanzar ese estado. Y por último mantenerlo, algo complicado, dado que la felicidad no depende solo de nosotros; pueden intervenir muchos factores para traerla, o para deshacerla de un simple plumazo.
Pese a ello, todos buscamos la felicidad. En el trabajo, en la pareja, en la soledad, en las vacaciones, durmiendo la siesta un sábado por la tarde, paseando por el campo, en una cena con amigos... Y también en casa, ya que nuestro hogar debería ser nuestro mayor refugio, ese lugar en el que protegernos del mundo y donde poder ser felices.
De hecho, tener una casa bonita y en orden ayuda a ser feliz. Si lo piensas bien, seguro que te has dado cuenta alguna vez que hay espacios, o casas de familiares y amigos, en los que te sientes bien, porque te inunda una sensación de calma y de bienestar. En cambio, hay otros espacios donde no estás tan cómodo, e incluso donde hay cosas que te ponen nerviosos o que no te hacen estar a gusto.
Hacen la cama todas las mañanas
Dicen que hacer la cama por las mañanas es uno de los hábitos que más impacta en las personas que quieren ser felices. Realizar esta sencilla tarea todas las mañanas influye en nuestro estado de ánimo, además de ayudarnos a mantener el resto de la casa en orden.
Según explica el periodista Charles Duhigg en su libro 'El poder de los hábitos' (19,85 euros en Amazon), hacer la cama todas las mañanas genera una sensación de bienestar, y llevar a cabo esta tarea a diario, está relacionado con tener una mayor productividad durante el día.
Abren las ventanas a diario
La rutina de abrir las ventanas a diario es beneficioso. Incluso en invierno. El tener en casa una atmósfera fresca y con aire renovado provoca sensación de bienestar, además de reducir la humedad.
Mantienen los dispositivos electrónicos lejos del dormitorio
Los teléfonos móviles nos ayudan a que el día a día sea más fácil, ya que nos permiten realizar múltiples gestiones, además de facilitarnos la búsqueda de información o el contacto con la gente. Pero también genera en ocasiones frustración y ansiedad. Y en poco ayuda a relajarse y a dormir mejor, ya que estimulan la actividad cerebral.
Por eso, las personas felices alejan los dispositivos electrónicos del dormitorio, un espacio que está reservado para dormir y descansar. Para despertarse, usan el despertador de siempre, o usan lámparas despertadores que recrean el amanecer.
Tienen la casa siempre ordenada
Para las personas felices, el orden suele ser una parte importante de sus rutinas, ya que a muchas personas, el desorden les provoca estrés. Por eso, es importante que en casa esté todo limpio y ordenado.
Cuidan sus ritmos circadianos
Las casas muy luminosas tienen algo muy especial. Son lugares alegres y llenos de vida en los que fluye la energía positiva. El aprovechamiento de toda es luz que penetra por las ventanas te puede ayudar a regular tus ciclos biológicos, mejorando aspecto como al calidad del sueño o el estado anímico.
Si tienes la suerte de disfrutar de mucha luz natural, deja que fluya y envuelva el ambiente en energía positiva. Te ayudará a regular tus ciclos biológicos y a percibir la llegada de cada estación. En este sentido, puedes aprovechar la tecnología que nos permite regular la luz para transformar el ambiente de casa en un momento, desde por la mañana, cuando necesitamos luces que simulen la luz del sol para activarnos, a las luces más cálidas de por la noche, ideales para ayudarnos a relajarnos y dormir mejor.
Acercan su vida a las ventanas
Quizás hablar de este tema en pleno verano no es lo más acertado, pero para ser más feliz en casa, debemos aprovechar al máximo la luz natural. Y puedes hacerlo instalando un pequeño sillón orejero o poniendo un rincón de lectura o un escritorio junto a la ventana.
Apuestan por las luces indirectas
Como podéis ver, estamos dando mucha importancia a la iluminación para crear esos ambientes que ayudan a ser felices. Y si es bueno aprovechar la luz del día, las personas más felices también saben crear esas atmósferas acogedoras por la noche, utilizando luces indirectas en el salón en el comedor, el salón o el dormitorio.
Quedarse solo con cosas que les hacen felices
Este consejo es muy de Marie Kondo, pero es que es verdad. Si quieres ser feliz en casa, tienes que tener cosas que te hagan feliz. Objetos deco bonitos, artesanía, detalles de un viaje, fotografías de momentos felices o de seres queridos... Cosas que cuando las mires, te hagan sonreír. Por eso, las personas felices se deshacen y alejan de sus vidas objetos feos, regalos que nunca les gustaron, o cosas que se guardan por guardar, o por un por si acaso.
Arreglan las cosas de cosas que tienen estropeadas
Parecen tonterías. Pero tener un grifo que gotea, una puerta del armario que no cierra, una baldosa del suelo que baila, una lámpara a la que le faltan varias bombillas... Son cosas que no ayudan en nada ser felices. Puede que parezca que no te molestan. Pero en el fondo, rompen la armonía en el hogar y sabes que tarde o temprano, tendrás que repararlas.
Tienen la casa llena de plantas
Que las plantas dan felicidad... es imposible de negar. Tener plantas en casa, ya sea en el jardín, en la terraza o en el interior de casa, ayuda a crear atmósfera en calma, además de purificar el aire (algo que también ayuda a mejorar el confort de nuestro hogar).
Pero además, el cuidado de las plantas también nos ayuda a relajarnos y desconectar de nuestros problemas. Por no hablar de la sensación de felicidad que produce ver cómo crece, cómo florece una planta, o cómo se recupera tras tener unos problemas. Sin olvidarnos de la felicidad que produce entrar en un salón que parece un vergel.
Encienden velas por la noche
Muchas personas felices necesitan crear esos pequeños momentos de felicidad para relajarse y despejar la mente. Y la noche, es el momento ideal para hacerlo encendiendo unas velas en el salón para dar el toque de calidez y de confort.
Sacan vajillas bonitas en cualquier momento y ocasión
Los pequeños momentos son importantes. Y si encender unas velas por la noche o en una tarde lluviosa ayudan, también lo hacer rodearse cosas bonitas. En este sentido, son muchas las personas a las que les gusta desayunar, o tomar el café de media mañana en una taza bonita. Lo mismo sucede a la hora de comer, o de cenar, utilizando una vajilla bonita. Se trata de crear momentos especiales, estando solo, o en la mejor compañía.
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