En mi casa mis padres han fumado toda la vida y hace unos meses decidieron dejarlo. Si bien la familia ganó en calidad de vida con eso de dejar de ser fumadores pasivos, los restos del tabaco se siguen sintiendo incluso hoy varios meses después de que nadie fume en el salón. No solo las cortinas blancas han amarilleado de manera manifiesta, sino que aún se percibe el olor del tabaco aunque ese salón se ventile a diario.
La solución más obvia para quitar el olor a tabaco de una habitación de manera rápida sería pintándola entera. Ya conocéis todos las propiedades “limpiadoras” de la pintura, sobre todo cuando una casa cambia de manos, así que no reincidiré más en este punto.
Cambiar las alfombras y las cortinas también puede eliminar gran parte de los olores. Eso sí, si no tenéis dinero suficiente o no os interesa cambiar ambos elementos ya que es una operación muy cara yo os recomendaría que limpiaseis cortinas y alfombras, ya sea en casa o en el tinte (lo digo sobre todo por las alfombras que se os puede hacer más aparatoso).
Otra opción puede ser limpiar o cambiar los filtros del aire acondicionado, ya que en ellos se halla gran parte de la nicotina que solía haber en el aire. En cualquier caso, comprobad la ventilación de la estancia y mantenedla limpia para aseguraros de que no hay restos de olores que se puedan esparcir por el ambiente cuando se pongan en marcha los aparatos de calefacción y aire acondicionado.
Yo estoy en contra de las velas aromáticas para esconder este tipo de olores porque en ocasiones solo conseguimos empeorar la situación. ¿Vosotros cómo hacéis para quitar el olor a tabaco de vuestras casas?