No sé vosotros, pero yo cada vez que voy a ver un nuevo vídeo de IKEA, ya preparo el kleenex por si acaso. Y mira que sé que en realidad solo fabrica y vende muebles y encima de los baratos... pero de una manera u otra siempre consigue tocarme la fibra con muchas de sus campañas. Lo hizo la pasada Navidad, con el niño y su cortapastas en forma de muñeco, y lo ha vuelto a hacer ahora recordando todas esas cosas importantes de nuestra vida que giran alrededor de la mesa.
¿Cómo nos pueden emocionar un cortapastas o una mesa? ¡Una simple mesa! Pues con mucha empatía y una buena dosis de realidad. Lo importante no es el mueble o el accesorio en sí, sino la interacción que alrededor de él generamos las personas. Yo diría que todo comenzó hace casi diez años con aquel 'Bienvenido a la República Independiente de tu Casa', pero desde entonces ha habido mucho más. Repasemos juntos algunos de los vídeos más emocionantes de IKEA, os enseño mi top 5 y a ver si coincidís...
No puedo vivir sin ti
No hay maneeeera. Apuesto a que esta musiquita ya os está sonando a muchos en vuestra cabeza y os hace recordar que lo importante no es cómo se va a dividir el armario, yo me quedo el del dormitorio principal y él que se lleve sus cosas a la otra habitación; quién se queda con los cajones de arriba de la cómoda o cómo vamos a tener todo bien ordenado en el cuarto de baño, no vale la pena esforzarse es imposible... Lo importante es que donde cabe uno, siempre caben dos.
También hicieron el intento con la campaña de donde caben dos caben tres, pero ahí el mensaje ya sonaba algo más confuso... Bromas aparte, lo que diferencia estas campañas de IKEA de las de otras firmas es que las familias que nos muestran son muy reales y si no lo son, disimulan de vicio. Representan situaciones auténticas en las que todos nos hemos visto envueltos, alguna vez, en nuestra vida cotidiana. Un montón de escenas, además, de modo que si no te identificas con una, lo harás con otra... Y las hay con protagonistas de todas las edades.
No es más rico el que más tiene
Lo que presenta IKEA no son familias perfectas típicas de anuncio rancio o de película americana con todo ordenado, todo perfecto, todo limpio... No, son familias normales, como las que todos tenemos en nuestras casas con su desorden, su punto de caos y cosas que se manchan de vez en cuando. Eso en mi opinión es lo que engancha. Es todo tan real en su imperfección, que hace que te veas muy reflejado.
Además IKEA siempre ha sabido recordarnos que lo importante, en la vida y para conseguir la felicidad, son pequeños detalles a los que todos podemos tener acceso aún sin mucho dinero: unas plantas con flores que cuidamos con mimo; un jersey que tejemos a mano; una tarta de galletas hecha en familia; contemplar la Luna o las estrellas; una tarde de peli, sofá y mantita, una puesta de sol... Bueno, vale, los jerseys hechos a mano a veces son un horror, ¡pero el resto siempre mola!
No muestran objetivos inalcanzables y lujosos, que también nos puede gustar verlos, sí, pero que difícilmente nos van a motivar si en nuestra vida diaria no los podemos conseguir. En sus vídeos enseñan que la felicidad está siempre al alcance de la mano y claro, si algo así cuadra que lo ves en un momento de bajón, la llorera está garantizada, al menos la mía... Aunque, superado el momento inicial, esto también nos puede ayudar a buscar la manera de ser un poco más felices y esa es la mejor parte.
La otra carta
Las de la pasada Navidad estuvieron entre las campañas con más sentimiento. El video de la otra carta, que podéis ver sobre estas líneas, seguro que ha emocionado a un montón de padres. Muchos lo recordaréis... los niños escribían dos cartas: una para Los Reyes Magos, a los que como siempre les pedían un montón de juguetes, y otra para sus padres, en la que la mayoría de los peques coincidían en pedir momentos felices en familia para compartir. Después los niños tenían que decidir cuál de las dos cartas enviarían si solo pudiesen mandar una y, bueno... que no me quiero pasar con el spoiler, así que mejor lo veis.
El caso es que en una época en la que, encima de que la mayor parte del tiempo la pasamos trabajando, cuando estamos en familia, lo habitual es darle el móvil o la tablet al niño todo el rato, por ejemplo, cuando salimos a comer para que no incordie poder disfrutar de la comida con un poco más de tranquilidad... Impresiona ver que lo que los niños demandan es todo lo contrario, ellos quieren menos tecnología y más leer un cuento con papá o con mamá o con el abuelo o la abuela. Y cuando lo vemos y nos damos cuenta de que a veces nos equivocamos, inevitablemente se nos escapa la lagrimita.
Otra Navidad es posible
Este otro video de Navidad, el del famoso niño orgulloso con su cortapastas, ya nos hizo reflexionar a todos en su momento sobre lo patéticos que podemos llegar a ser cuando en un cortapastas no podemos ver más allá y solo vemos eso, un cortapastas... ¡Es tan lamentable! Todos hemos aprendido frases como la comida no es importante, lo importante es la reunión y sabemos aquello de que muchas veces menos es más, pero con los regalos de Navidad eso aún no lo tenemos nada claro.
En Navidad lo importante muchas veces sigue siendo la cantidad y el tamaño de los paquetes y de ahí nos cuesta movernos, o nos costaba... Tal vez este anuncio nos haya ayudado a entender que lo importante no es cuántos o qué juguetes les traigan los Reyes Magos a los niños, sino hasta qué punto estamos los mayores dispuestos a utilizarlos, por sencillos que sean, para compartir los mejores momentos con ellos creando recuerdos realmente inolvidables.
Si es que los de IKEA son tan riquiños -me perdonáis el galleguismo, pero es que majos o simpáticos no me suena igual- que ni siquiera nos intentan vender de forma directa nada caro, el juego de cortapastas DRÖMMAR cuesta en IKEA 2,99 euros, ¡y trae seis! Pero claro, allí te vas a por el cortapastas y con el laberinto que tienen montado, para que te pierdas durante horas en la tienda, acabas comprando otras cuantas docenas de cosas... En parte ahí está el truco, pero de eso ya hablaremos otro día que me estoy enrollando mucho.
Alrededor de la mesa
Ya llegamos al último video, el que acompaña la presentación de su estrategia para los próximos meses bajo el lema alrededor de la mesa, que desde luego no empieza nada mal. De entrada han fichado a la mesa del Despacho Oval de la Casa Blanca, que cuenta en primera persona como ella envidia otras muchas mesas en las que sí suceden cosas emocionantes... ¡Y tanto! Anuncios de boda o de embarazo; celebraciones de cumpleaños, de fin de carrera o de encontrar un nuevo trabajo; Navidades; fiestas de verano; cenas románticas; comidas en familia... Un sin fin de momentos y más en donde yo vivo, que aquí todo se celebra comiendo.
El video os podrá emocionar más o menos, en función de vuestra edad y sobre todo de vuestras vivencias, pero apuesto a que después de verlo vais a mirar la mesa de vuestro comedor, de vuestro despacho o de vuestra cocina de otra manera. Si nuestras mesas pudiesen hablar tendrían mucho que contar, son tantas las historias que hemos escrito sobre ellas...
Pero no nos pongamos tan ñoños sentimentales. Además de emocionarnos, IKEA también, en muchas ocasiones, nos han arrancado una gran sonrisa. Yo creo que por divertida la campaña que se lleva la palma es aquella de:
Esto no se toca, quita. Con esto no se juega, dale. Quita los pies de la mesa. En el salón no se juega...
Que marcó el adiós a aquellos salones de mírame y no me toques que se veían hace décadas en algunas casas y que solo eran de postureo para recibir ciertas visitas, porque lo que realmente usaba la familia era una sala mucho más cutre pequeña. IKEA nos recordaba aquí que la casa es para vivirla y disfrutarla a tope y que el postureo no da la felicidad. Un ¡Ole! por aquellos vídeos que nos permitieron a todos saltar en el sofá o en la cama sin cargo de conciencia.
Y seguro que recordaréis que también nos animaron durante los peores momentos de la crisis con otra campaña mítica que fue la de:
-Voy a montar una fiesta -Pero si está todo mal(...) -¡Tengo derecho a mi fiesta!
Pues mira sí, que por mal que estén las cosas, siempre hay algo para celebrar y, aún en casa y sin un gran presupuesto, se puede montar una fiesta estupenda sólo con que la compañía sea buena. Recordad el precio del cortapastas... y la harina y los huevos también están asequibles...
Así que si algo nos queda claro es que por muchos motivos IKEA es la reina del marketing emocional. Porque sabe ponerse en nuestro lugar, porque se moja mostrándonos dosis de realidad, porque no se queda en lo superficial y entra en lo que nos hace felices, y también en lo que nos preocupa, en nuestro día a día y ¡porque es capaz de hacer hablar hasta a la mesa de Obama!
Podremos comprar más o menos en sus tiendas, podrán gustarnos más o menos sus productos, pero yo creo que por lo que transmite casi todos vemos a IKEA como una marca amiga. Y ahora os dejo que comentéis vosotros vuestra opinión, que yo tengo un cortapastas esperándome en la cocina... ¡Después os leo!
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