El espacio que nos encontramos tras la puerta de entrada es el primer impacto que tenemos de una vivienda. Normalmente ya nos hacemos una idea del tipo de casa que nos vamos a encontrar. Además de ese componente decorativo y que hay que tener muy en cuenta, también debemos de atender a las necesidades prácticas que hay en la casa.
Es decir, cuando renovamos el espacio de la entrada, además de lo bonito, debemos pensar en lo necesario. Abrigos, botas, impermeables, paraguas, correas de perro si tenemos... Un lugar para guardar todas las cosas que utilizamos al salir de casa, se hace imprescindible. A veces, es cierto, contamos con muy pocos metros en la entrada, pero pararse a dar vueltas al diseño para conseguir más espacio para guardar, nos ofrecerá un mayor aprovechamiento. Este antes y después puede darnos buenas ideas.
Añadir un armario empotrado
Es obvio que siempre "duele" perder unos metros en cualquier estancia en favor a un armario. Sin embargo, hay una gran diferencia entre tener donde dejar los abrigos en la entrada, guardados y sin que se vean, a tener un perchero con todo a la vista (ya se sabe que hay cosas que solo quedan bien en las revistas). Sencillamente, es de esas cosas que por útiles no podemos ni plantearnos el renunciar a ellas.
Ganando luminosidad
Eso sí, el armario podemos integrarlo y que quede acorde con el resto de la renovación. En este caso, también hubo que cegar una pequeña ventana, sin embargo, al conservar la puerta con cristalera, el impacto en cuanto a luminosidad ha sido mínimo. Por supuesto, el tener las puertas de madera en blanco del armario, ha contribuido a esa sensación positiva.
Además de las puertas del armario, en esta reforma, han optado por pintar los zócalos y los cuarterones de madera de blanco. Por supuesto, es una idea que aporta luz al espacio y lo agranda visualmente. Sencillamente, el resultado es una entrada más limpia, luminosa y despejada.
El suelo, la apuesta
Normalmente se aconseja continuar los suelos en las diferencias estancias para no romper visualmente el diseño. En este caso, lo cierto es que cambian la tarima original de la casa, con un tono muy oscuro, por una zona de mármol. Es impactante, pero a la vez, queda muy bonito. Las dos opciones, en realidad, son perfectas. Quizá en este caso, aporta una mayor sensación de espacio y queda acorde con el resto de materiales, pero va en gustos, ¿no os parece?
Añadiendo personalidad
Con la idea de reforzar el carácter de la casa y dar continuidad a la entrada, se han añadido unos cuarterones en blanco a lo largo del pasillo. des esta manera, esos metros quedan integrados y parece que todo forma parte de un mismo espacio. Este tipo de elementos siempre dan una sensación acogedora, ¿no os parece?
Adiós a la moqueta
Lo cierto es que el tema de las moquetas no es el más problemático en las reformas, porque es quitar, colocar otra o bien dejar la madera. Las moquetas no están de moda y gustan muy poco, la verdad. Es difícil mantenerlas y dan un aspecto poco limpio. Hoy en día hay moquetas vinílicas que son una maravilla, pero para las tradicionales, tenemos pocas soluciones a la hora de renovarlas.
Muebles ligeros
Una vez que tenemos el espacio definido y terminado, llega la hora de la decoración. Muebles ligeros, con poco peso visual, siempre son un acierto en este tipo de entradas. Un banco para descalzarse es práctico además de bonito. Si va en líneas rectas, nos sirve además como contrapunto a la decoración más clásica de la casa. Si tenemos una pieza de herencia, como esta antigua máquina de coser, el espacio nos quedará "redondo".
Renovar la entrada de nuestra casa puede hacerse con bajo presupuesto y buenas ideas. ¿Estáis pensando en ello?
Vía | Apartment Theraphy En Decoesfera | Antes y después de un hall acogedor