Los que todavía no nos hemos cogido vacaciones estamos en una especie de estado de nirvana, mientras recibimos por las redes sociales y el dichoso smartphone maravillosas fotos de compañeros, amigos y familia, que ya están disfrutando de sus momentos de relax.
Así que para ir abriendo boca, mientras espero que llegue mi momento, he buscado rincones espectaculares, en la playa, en un lago, en la montaña, incluso en la ciudad, frescos y agradables y lo más importante: con decoraciones muy sencillas, porque yo sigo con la obsesión y mi máxima sigue siendo “menos es más”.
La imagen de portada es de la terraza de unos amigos en una paradisíaca isla griega, Andros. Como veréis su idea de la decoración se aproxima bastante lo que hablábamos, en la sencillez está la elegancia. Apenas unos almohadones de colores y unas tumbonas de colchonetas gruesas para una terraza convertida en chill out de hotel de lujo. Y es que con semejantes vistas, no hacen falta muebles, ni nada.
Con una sábana, dos palos, unos palets de obra, unos tocones a modo de mesas auxiliares y unos buenos almohadones, este porche “pirata” se aproxima bastante a mi idea de rincón perfecto para el relax. Esta casa en concreto está ubicada en la orilla de un pantano y es el lugar perfecto para que un amante de la ornitología pase ratos alucinantes.
Un muro encalado y una buena sombra es suficiente para crear un paraiso en la ciudad, ni siquiera tiene que tener buenas vistas, ya que con unas plantas y macetones de nuestras flores preferidas, desayunar o cenar al fresco son un juego de niños. Un banco con un almohadón y una pared donde apoyarse y estaremos en la gloria.
Claro que las clásicas tumbonas de lona blanca son perfectas para echar la siesta en un patio, si añadimos algunas palmeras o plantas que nos den sombra o una simple sombrilla también en la paleta de los neutros.
¿Cómo es vuestro rincón favorito para un verano de relax?
Imágenes | Pinterest y Maria SJB
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