Ya hemos dicho en otras ocasiones que el papel pintado ha vuelto para quedarse, aunque no siempre lo recomendemos. Es el caso de la habitación que os traigo hoy, un rincón pequeño de la casa con unas paredes rojas con enormes dibujos.
Al ser tan reducido el espacio, el papel pintado literalmente lo llena. Los dibujos grandes no hacen sino agravar el problema, ya que agobian la estancia innecesariamente. Además, la distribución de la mesa y las sillas es otro despropósito, ya que obstaculizan a la luz, por lo que queda más oscura la habitación (al menos el trozo que vemos).
Como solución, yo propondría al dueño que pusiera un papel liso, ya que los amplios ventanales permitirían hasta un papel oscuro. En mi opinión lo que arruina la vista son los grandes dibujos amarillos con bordes negros. Incluso un diseño geométrico sería menos agobiante que el que vemos en la imagen.
Imagen vía | Apartment Therapy
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