Leander Angerer y David Ross son los diseñadores que se han encargado de restaurar la escalera victoriana que podemos ver en las fotos de este artículo. En la renovación introdujeron algunos toques modernos para acentuar el estilo clásico creando contrastes y algunos de ellos resultan muy llamativos.
Por ejemplo las cuerdas cosidas en la barandilla que recuerdan en cierto modo a una raqueta de tenis y que tienen la peculiaridad de que se pueden hacer sonar. Teniendo en cuenta el tamaño de la escalera, es algo así como un arpa gigante, que puede ser tocada por varios miembros de la familia al mismo tiempo y eso puede ser buena idea, o no.
Personalmente me ha gustado el diseño de la escalera musical en lo que al sentido de la vista se refiere. La restauración ha sido muy original y la escalera antigua se ha convertido prácticamente en una obra de arte moderno, pero le veo varios inconvenientes.
Por un lado lo de que se pueda tocar puede tener mucha gracia en un determinado momento pero otras veces no tanto, si hay niños en casa o si viene el típico amigo que cree que toca bien, pero no, la escalera musical puede ser un incordio. Además las cuerdas se aflojarán y perderán tensión y el mantenimiento será más complicado que el de una escalera normal.
Vía | Yanko Design
Más información | David Ross y Leander Angerer
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