Un día más, como desde hace unas semanas todos los lunes, miércoles y viernes, estamos con todos vosotros para tratar a fondo un aspecto concreto de nuestro Especial de limpieza. En esta ocasión vamos a dedicar el artículo a los productos y utensilios para la limpieza, un tema demasiado evidente y sobre el que quizás penséis que no hay demasiado que aportar, pero al que vamos a tratar de dar un sesgo diferente.
El enfoque estará basado, sobre todo, en intentar hacer de la limpieza, siempre que sea posible, una tarea ecológica y respetuosa con el medio ambiente. Evidentemente, hay manchas para las que su eliminación definitiva requiere del uso de productos industriales compuestos de agentes químicos, pero debemos evitarlos a no ser que su utilización sea imprescindible.
Utensilios de limpieza
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El equipo necesario para afrontar las tareas de limpieza en una casa es por todos bien conocido y está formado por los consabidos escoba, recogedor, fregona, cubos, cepillos, aspirador, mopa y un largo etcétera, de los que pueden encontrarse en el mercado decenas de modalidades y diseños (formas, colores), entre lo cuales el consumidor puede escoger aquellos que se adapten mejor a las necesidades de su vivienda o a sus gustos personales.
A ellos habría que sumar toda suerte de gamuzas y bayetas. Quiero detenerme en ellas porque son uno de los utensilios de limpieza en los que podemos aplicar el sentido ecológico. Es preferible utilizar elementos que duren un tiempo prolongado, como por ejemplo, paños de algodón que se pueden lavar repetidas veces y volver a utilizarse, con ello evitamos el uso de papel de cocina o trapos deshechables, por ejemplo. Por otra parte, una buena idea es aprovechar las camisetas de algodón que ya no usamos y reutilizarlas como trapos para limpiar cristales, para pasar el polvo, etc.
Un caso especial sería el de los paños de cocina, pues a su evidente funcionalidad se une su dimensión decorativa, ya que, por regla general, y al contrario de lo que sucede con los anteriores, es común tenerlos a la vista en la cocina por lo que solemos elegirlos para que vayan coordinados con el color de esta. Sus diferentes usos: secar el menaje, secarnos las manos o limpiar la encimera, entre otros, hacen aconsejable la utilización de varios paños al mismo tiempo.
Productos de limpieza
Elaborar en casa los productos de limpieza es muy sencillo. Además de suponer un ahorro evidente, constituye nuestro granito de arena (que en realidad es muy grande) a la óptima conservación del medio ambiente. Los remedios naturales para la limpieza son innumerables y han sido utilizados desde siempre por nuestras abuelas, con óptimos resultados. En Decoesfera, por ejemplo, ya os hemos dado con anterioridad algunos trucos que se sirven de la cerveza o del vodka como agentes limpiadores.
En el primer caso, se trata de un eficaz abrillantador para muebles de madera lacados o barnizados. En cuanto a la popular bebida rusa tiene varias aplicaciones, como la eliminación de la cal alrededor de duchas, bañeras y lavabos, o la limpieza de joyas y cubertería, entre otras. También el aceite de oliva, omnipresente en nuestra dieta, es excelente para limpiar sartenes y paellas de hierro, reparar arañazos en los muebles de piel o para abrillantar piezas de acero inoxidable.
Otros productos “blancos” (es decir, ecológicos y respetuosos con la naturaleza) que podemos usar en las labores de limpieza cotidianas y que todos tenemos en casa incluyen el vinagre que, disuelto en agua, es un eficaz limpiacristales, así como un estupendo sustituto de los detergentes químicos, tanto para fregar los suelos de madera como los de terrazo; el limón, poderoso desengrasante, o el bicarbonato sódico, cuyas propiedades desinfectantes, desatascantes o desincrustantes (para limpiar el horno es excelente) son bien conocidas.
Pero hay veces en los que la suciedad es más resistente, o las superficies tan delicadas, que el uso de productos de limpieza específicos, aunque estén compuestos de agentes químicos, es indispensable. Esto es lo que sucede, por ejemplo, con la cocina, el espacio de la casa donde más grasa y suciedad se acumula y en el que se han producido más innovaciones en los últimos tiempos en lo que a materiales, superficies y electrodomésticos se refiere.
Por todo ello será necesario elegir, de las amplias posibilidades que el mercado nos ofrece, aquellos limpiadores que mantengan limpia nuestra cocina con poco esfuerzo y sin dañar los nuevos materiales que hemos elegido para decorarla. Estas nuevas formas de cuidar la cocina incluyen productos específicos para la vitrocerámica, para encimeras de cuarzo compacto, para acero inoxidable, etc.
Como habéis comprobado, los productos y utensilios para la limpieza del hogar son muy numerosos, (¡basta echar un vistazo a los pasillos de los supermercados!), pero yo os aconsejo, siempre que sea posible, recurrir a las “recetas de la abuela” que, desde tiempo inmemorial, han funcionado. Nos los agradecerá el bolsillo pero sobre todo el medio ambiente. Aboga por la limpieza ecológica.
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