Sé que esto que voy a decir puede sonar raro, pero a mi las nubes me encantan, no cuando son muy densas y grises y llueven con intensidad, pero sí cuando decoran el cielo con su color blanco, cuando parecen de algodón. Nunca olvidaré los cuatro tipos básicos de nubes, una de estas cosas que aprendes de pequeña en el colegio y se te queda grabada, nimbos, cirros, cúmulos y estratos… en ellas se han inspirado para la creación de las nubes de interior, en particular en los nimbos.
Lo de tener una nube en el salón desde luego es algo extraño, aunque hoy en día ya hay para casa un montón de accesorios con forma de nube, porque está claro que no soy yo la única a la que le gustan, esto no es un accesorio, es una nube, de hecho hay dos modelos Nimbus I y II y ambos son propuesta de Berndnaut Smilde.
Pero claro, si las nubes quedan bien fuera, también pueden quedar bien dentro, las plantas también nacen en el campo y desde siempre nos las hemos llevado dentro de casa y las hemos imitado con otras artificiales, en cierta medida es lógico pensar que con las nubes podamos hacer lo mismo. Hará falta un techo alto, eso sí, y tal vez para casa no sean una buena propuesta pero en centros comerciales o en lugares cerrados y amplios de uso público pueden tener cierto interés.
Vía | Notcot
Más información | Berndaut
En Decoesfera | Cumulus, estantes con forma de nubes