Si tienes mascotas o niños por casa, seguro que has probado miles de 'soluciones milagro' que prometen acabar con los restos de grasa y suciedad de las paredes. Desde amoniaco hasta vinagre de limpieza. Hay miles de disoluciones y líquidos de limpieza que prometen dejar nuestras paredes tan limpias como los chorros del oro.
De hecho, ahora solo hace falta meternos en Instagram, TikTok o cualquier red social para conocer trucos e ideas con las que limpiar nuestra casa. Pero este trucazo casero te sorprenderá. Una mágica mezcla que consigue eliminar hasta las manchas más complicadas de grasa en la pared y lograr que vuelva a brillar ese color blanco paz que ilumina desde el dormitorio hasta un pasillo estrecho y sin luz.
Cómo eliminar las manchas de una pared blanca
El secreto está en utilizar bicarbonato de sodio y una esponja. Ni detergentes lavaplatos, lejía ni productos químicos que alteren nuestro conducto nasal. solo necesitas aplicar bicarbonato de sodio en la superficie a limpiar y, con una esponja, restregar el producto por la zona afectada.
Para ello, pon un poco de bicarbonato de sodio en el lado fino de una esponja humedecida y frota por la mancha hasta cubrir la totalidad de la superficie que queremos limpiar. Después deja que el área frotada se seque por si solo hasta que verás, cuando el cerco de agua desaparezca, como el bicarbonato de sodio ha hecho su función.
El truco de la esponja siempre funciona bien. Eso si, ten en cuenta que si tienes una de gotelé, puede que la disolución acabe con parte de ese realce. No obstante, si después de aplicar este truco la mancha continua, repite cuantas veces como haga falta. Además, asegúrate de que la esponja esté realmente limpia y utiliza siempre el lado fino y no el áspero de la misma.
Fotografía | Freepik
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