¿Qué fue del terrazo? De dominar los suelos del país a caer en el rechazo (sin olvidar la posterior resurrección)

En decoración, casi todo vuelve. Hace unos años el dorado era demodé reservado solo para la Navidad, los muebles de los 70 se los quitaban de las casas como si tuvieran pulgas, y el terciopelo era considerado algo casposo... ahora vemos terciopelo y dorado en los sitios de moda y los muebles de los 70 son objeto de deseo no solo por los productores de series y películas, sino de todos aquellos que quieren dar a su casa un toque moderno y vintage.

Incluso los elementos que más rechazo causan o causaron están volviendo con fuerza. Este es el caso del terrazo. Un material que se instaló en los suelos de miles de viviendas de este país durante el boom de los 70, llenando de colores granates, negros, grises y tonos neutros habitaciones, pasillos y portales.

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España, recubierta por el terrazo

En aquellas décadas, toda España era un inmenso parque de terrazo. Y aunque se abusó de su uso, lo cierto es que hay portales de la España de mediados del siglo XX que son auténticas maravillas que se deberían proteger.

Terrazo deriva de la palabra italiana terrazza, y su origen hay que buscarlo a mediados del siglo XV en la Serenísima República de Venecia. Al trabajar el mármol, los trabajadores de la construcción aprovechaban los trozos sobrantes, los mezclaban con arcilla y leche de cabra y usaban el resultado para pavimentar las terrazas de sus casas.

Con el paso del tiempo, se fue mejorando la compactación y el pulido. Y por su durabilidad y su brillo se extendió como pavimento en palacios y viviendas italianas.

Así, hasta que en el siglo XX el terrazo se hizo fuerte como revestimiento en hogares y en portales españoles gracias a ser económico y a su resistencia a los golpes al ser fabricado con una base de cemento y pequeños gránulos de mármol, acompañado de otros materiales para darle los acabados que todos hemos visto en casas de nuestros padres y abuelos.

Pero tras años de dominio, la época del terrazo llegó a su fin. El hartazgo por verlo en miles de casas y la llegada de nuevos revestimientos y tarimas hizo que cayera en el olvido por parte de arquitectos, interioristas y decoradores , aunque sigue estando presente en un importante porcentaje de viviendas de todo el país.

Una nueva vida en el siglo XXI

Pero tras años de abandono, olvido e incluso rechazo, el terrazo ha vuelto con fuerza. Fue allá en 2017 cuando, ante el horror de muchos, el terrazo comenzó a reaparecer de forma tímida. Revistas y los gurús deco advertían que el terrazo iba a volver, ante la mirada atónita del común de los mortales.

Y así fue. Conforme pasaron los años, la estética 'stracciatella' superó dudas y recelos y volvió a conquistar a interioristas y arquitectos primero, llegando al gran público después gracias a diseños totalmente renovados que nos han hecho olvidar el rechazo que nos provocaba, triunfando allá por donde pasan.

No solo como revestimiento en suelos y paredes de cuartos de baño y cocinas, o en las encimeras, sino que el terrazo se ha incorporado con fuerza para diseñar muebles y complementos gracias a una renovada oferta de mesas, sillas, lámparas, jarrones, complementos para el baño o salvamanteles,