Probablemente, muchos de nuestros lectores todavía recordarán con añoranza Musgo. Una tienda multimarca de la que era imposible salir sin haber comprado que sin duda, fue una de las cadenas de moda en la España de las últimas décadas del siglo XX y en los primeros años del XXI.
En Decoesfera mismo fueron numerosas las menciones sobre artículos, sobre la inauguración de su tienda online o incluso de mercadillos que se celebraban en los locales de esta empresa familiar que llegó a tener 20 tiendas en varias ciudades españolas y más de 400 empleados. Fruto de ese éxito, el Barrio de Salamanca de Madrid llegó a tener hasta 3 tiendas (en Serrano 18, Serrano 61 y Velázquez 48).
Los orígenes de Musgo
Fue en 1971 cuando Rosa Riu abrió su primera tienda en el barrio de Salamanca de Madrid. Concretamente, este primer local estaba situado en el número 34 de la calle Hermosilla. Allí, se vendían regalos originales que esta empresaria encontraba en ferias de Francia, Inglaterra o Francia.
La selección de productos en un Madrid que quería sentirse moderno y comenzaba a abrirse al diseño y a la decoración hizo que la tienda comenzara a tener éxito entre la clientela del barrio de Salamanca.
Para marcar la diferencia frente a otras tiendas de regalo, en esta tienda los productos se podían ver y tocar, algo que no sucedía en otros locales de la competencia, donde los productos solían estar tras un mostrador.
Cuatro años después, en 1975, Rosa y su marido Federico abrieron una segunda tienda en la calle O'Donnell. En 1985 llegó una tercera tienda, y en 1986, con el crecimiento en ventas, abrieron también una sede central. Y hasta el 2001 se abrieron 7 tiendas más en Madrid.
En 2002, la cadena decide dar el salto fuera de Madrid, con la apertura de 10 tiendas hasta 2005, un año en el que incluso llegaron a inaugurarse dos tiendas en Lisboa. Por aquellos felices años, Musgo pretendía inaugurar en torno a 6/7 tiendas al año, con una previsión de alcanzar 40 locales.
Musgo, víctima de la crisis
Pero en 2007, Musgo entró en pérdidas. En 2008, el año en el que estalló la burbuja inmobiliaria y la economía española se tambaleó, Musgo perdió 2,4 millones de euros. Un año después, en 2009, perdió un 37,5% más, cerrando el ejercicio con unas pérdidas de 3,3 millones de euros. Y partir de ahí, todo fue de mal en peor.
Probablemente, en otra época de nuestra historia moderna, alguien hubiera podido hacer algo por salvar la compañía. Pero en ese momento, con el gasto de los ciudadanos contrayéndose, con cadenas internacionales saliendo del país y con locales cerrados en las principales calles comerciales, la empresa estuvo abocada al cierre. Tras la petición voluntaria de concurso de acreedores, Musgo bajó la persiana de forma definitva el 22 de enero de 2012, tal y como informamos en Decoesfera en aquel momento.
Y muchos nos quedamos un poco huérfanos en aquel momento, porque Musgo era un recurso para encontrar cosas bonitas para casa, o para encontrar regalos para cumpleaños con los que siempre quedar bien.
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