La última edición de la semana del mueble de Milán (Salone del Mobile Milan) supuso el pistoletazo de salida a una ansiada normalidad, que se tradujo en numerosos visitantes deseosos de conocer de primera mano las novedades del sector del mueble, y sobre todo de celebrar el diseño.
Porque el diseño en Milán se celebra no solo en la feria sino en todo la ciudad, en donde los barrios se engalanan y participan con showrooms e instalaciones efímeras de las novedades del sector.
Las grandes firmas de la moda y el diseño participan activamente en este semana con iniciativas tan importantes como las de Louis Vuitton, que nos mostraban el resultado de una colaboración diseñadores reconocidos como Patricia Urquiola o Marcel Wanders para que trabajasen el cuero. Y el cuero aplicado al mobiliario y presentado entre planos de intensos colores daba lugar a la exposición de Objetos Nómadas. Una de las exposiciones mas destacadas de la semana y que ya nos adelantaba la importancia del color.
De la ruta por distintas exposiciones y showrooms (muchas y muy variadas) es difícil destacar una sola tendencias decorativa. Parece que estemos en una fase de transición entre la tendencia de lo natural y la naturaleza, tan necesario durante y en la salida del proceso de pandemia que nos envuelve de beiges y tonos calmados, y la alegría del color y de los brillos de los nuevos materiales con los que celebrar esta nueva etapa. Después de dos intensos días en Milán puede que no quede claro una sola tendencia peri si me queda claro que no habrá lugar para sofás grises ni a partir de ahora (mejor azules, verdes o incluso morados).
A pesar de estar en fase de transición sí encontramos varios elementos comunes en la distintas presentaciones que nos llevan a afirmar, por ejemplo, que las lámparas serán de tamaño XXL o no serán.
La muestra "The arts of Dreams" en Breda nos condujo a un mundo onírico envuelto en tinieblas en el que se mezclaban muebles de años 70 y 80, con piezas nuevas (atención al alabastro) , de metales y lámparas XXL.
Otro de los puntos en común que tenían en común los trabajos de jóvenes disñadores es la mirada por un lado a las formas más tradicionales de construcción, con empalmes de madera a horquilla, dejando de lado químicos de colas y barnices.
Detalle piezas de Frau Caze en Milan.
Junto a la manera tradicional, otras firmas se suman a las maneras más actuales como la impresión 3D que tiene futuro para accesorios para el hogar como estas macetas y jarrones.
Cerámica en 3D de Cindy Valdez
Diseño de Atelier Robotiq, de unas bonitas lámparas en tonos inspiradas en los tonos del amanecer y atardecer.
La presencia española se encontraba en forma de la intervención del estudio Masqueespacio en un espacio del barrio de Isola.
El estudio valenciano demostraba su buen hacer con los colores y formas , -sus señas de identidad- , en un pequeño local mientras que Loewe, con exposición en el patio del Palazzo Isimbardi, ponía en valor los trabajos de cestería (de mimbre y ratán) con una muestra de cestas, cajas y bolsas en la que se detallaban las horas empleadas en su fabricación.
Detalle del brillo de las sillas de Dior diseño de Phillipe Stark en una reinterpretación de la clásica silla medallón.
Sillas adornando la fachada de Dior, en una de las muestras de cómo el diseño sale a la calle en la Semana del Diseño de Mobiliario de Milán.
Para los baños, la firma de baño Gessi nos enseñaba sus novedades y de nuevo veíamos el cuero aplicado en un espacio no esperado como el baño. En su exposición los lavabos y griferías apostaban apostaba por el color y distintos acabados como el acero en griferías.
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