Soy un auténtico apasionado de las velas. Me encanta la luz ténue que emiten cuando cae la noche, poniendo ese punto de confort y de encanto a cualquier espacio, tanto en pequeños portavelas, como en candelabros para iluminar una cena.
Ahora que llega la Navidad, las velas cobran especial protagonismo, y es especialmente en estos momentos cuando más cuidado debemos tener para que no tengamos un accidente que puede provocar un incendio en casa.
A fin de cuentas, somos muchos los que llenamos la casa de velas, en un momento en el que la casa también está a explotar de gente, seguramente con niños, y en el que cualquier despiste puede acabar con un susto tremendo. Para evitar que una simple vela pueda incendiar la casa, hay una serie de consejos de seguridad que debemos seguir.
- Nunca dejes una vela encendida sin vigilancia.
- Mantén las velas alejadas de los niños.
- Evita cambiar de sitio las velas mientras dura la combustión. Puedes quemarte con la cera y provocar un incendio.
- Mantén las velas alejadas de otras fuentes de calor.
- Evita las corrientes de aire: lograrás que las velas se quemen de forma homogénea, y además, evitarás que una cortina en movimiento pueda prender.
- Aleja las velas de materiales inflamables como la cama, las cortinas, cojines, o decoraciones que pueden arder con facilidad.Por supuesto, nada de colocarlas cerca de productos de limpieza, o de sprays.
- Apaga las velas al irte de casa o a dormir,
- Cuidado en con las velas en la mesa, sobre todo si hay gente que suele pasarse platos por encima de la mesa. No será el primer brazo de un jersey que comienza a arder al contaco con una vela.
- Pon las velas sobre bases resistentes para evitar que sean inestables y que puedan llegar a volcar. Y si pueden estar dentro de un farol o de un bote que aisle la llama, mejor que mejor.
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