No le descubro nada a nadie si comento que Menorca es uno de nuestros paraisos que mejor se conserva. En concreto la ciudad de Mahón, con sus palaciegas casonas y sus encantadoras calles conserva todo el sabor de la zona. Jardí de Ses Bruixes es una casona construida en 1812 y cien años después reformada por el primer arquitecto modernista menorquín Don Francesc Femenías Fábregues.
Ubicada en el casco antiguo de Mahón,este acogedor hotel boutique está a cinco minutos a pie del puerto y la zona de compras, aunando todo cuanto podamos desear, quietud y bullicio a pocos metros.
Para quienes no lo sepáis Bruixes es el nombre menorquín que reciben las famosas esporas de diente de león que todos hemos hecho volar con un soplido mientras pedíamos un deseo cuando éramos niños (y no tan niños).
Un nombre perfecto para el sueño hecho realidad de sus propietario, Boutique Hotel Jardí de ses Bruixes nace del sueño de Anja y Nando, emprendedores menorquines que, cierto día, tuvieron la visión de convertir el antiguo despacho de arquitectura de Nando en el hotel que hoy conocemos.
Su hotel es como ellos, refleja sus ilusiones, su positivismo y su creatividad. En definitiva, sus pasiones: por el detalle, por el mimo, por conseguir una atmósfera familiar, cercana, perfecta. Y mágica. Se han conservado los maravillosos suelos hidráulicos, las barandillas de las escaleras interiores y su patio es un canto a la armonía.
Mención especial se merecen las clásicas galerías coloniales tan típicas de las casonas señoriales de las Islas Baleares. Me han enamorado las persianas de madera de tablitas en ese verde tan característico.
Como podéis ver en las imágenes, es un lugar muy especial para unas vacaciones diferentes ¿Os animáis a conocer Menorca, Mahón y el Jardí de Ses Bruixes?
Más información | Boutique Hotel Jardí de Ses Bruixes
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